CRONISTA OFICIAL DE LAS MERCEDES DEL LLANO.

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LAS MERCEDES

domingo, 23 de junio de 2024

EN GUIZA. EDGARDO Y SU HIJA MARÍA. EGIPTO. 2024.

 

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GUIZA

 


 

 

Después de Menfis y Saqqara nos dirigimos a la ciudad de Guiza, cerca del Nilo y también de El Cairo.

 


 

 

Con casi tres millones de habitantes, forma parte del área metropolitana: y es por eso que el ambiente es similar al de la capital egipcia. Así son las zonas pertenecientes a los centros económicos y culturales de cualquier país: se parecen por su ritmo agitado; y en el caso que nos ocupa, observamos algo que se nos antoja  muy curioso: el sincretismo cultural reflejado en los anuncios que pululan en la ciudad: Al lado de una gran valla que recuerda a un faraón o un gran monumento muy antiguo se encuentra una propaganda de algún producto como un cosmético, por ejemplo, importado de uno de los países más desarrollados. Aquí no se comparte la ideología posmodernista de negar el pasado para escribir un nuevo relato; al contrario, el ambiente de las calles  evoca siempre el ayer glorioso del país.  Egipto se siente orgulloso de su historia, y este orgullo le sirve de palanca y de inspiración para avanzar hacia el progreso. Barry Camp se refiere a esta peculiaridad en su libro “El Antiguo Egipto. Anatomía de una civilización”. Allí afirma que las ideologías necesitan de un pasado para negarlo. Es el caso del marxismo que niega el pasado e insta a sus seguidores a destruir todo lo que le antecedió para poder crear una nueva sociedad . Eso está escrito en el Manifiesto del partido comunista. En Egipto esa  tesis sobre la historia no es aceptada: este país se aferra a su pasado y cada vez lo estudia, lo conoce más  para continuar por el camino de gloria y grandeza de los fundadores de la nación.

 

 

 


 

 

Sobre este tema conversamos con el guía Billy, un egipcio que estudió en Moscú. Nosotros preguntamos por la economía de su país que, como hemos leído, se fundamenta en la agricultura, siendo el algodón su primer rubro;  pero él contesta que es el turismo, y agrega:

Muchas piezas arqueológicas  de nuestra riqueza cultural están esparcidas por todo el mundo, en los grandes museos, Pero eso no nos preocupa porque de esa manera todos conocen más y se interesan más  por  nuestro país.

El guía hace un alto en su discurso y nos señala un punto:

 

—Vean allá, es el Hotel Mena House, con vista a la meseta de  Guiza ,uno de los más antiguos e importante de Egipto y que encierra mucha historia desde que fue ocupado por tropas en  la Primera Guerra Mundial. Allí se iniciaron las conversaciones entre Israel y Egipto que concluyeron en el acuerdo de paz de Camp David en 1977. Interesante es saber que allí se alojaron en su momento personajes como Conan Doyle, Chaplin, Frank Sinatra, Churchill y Richard Nixon.

 


[Hotel Mena House]

 

 

En Guiza están las tres grandes pirámides y la Esfinge, además de otras sepulturas como mastabas e hipogeos.

 


 

Las primeras tienen una  base rectangular con techo plano y se hacían con ladrillos hechos con barro del Nilo. Los hipogeos eran capillas bajo el suelo.


 


 

El guía nos dice con orgullo:

Todo esto donde nos encontramos fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Y agrega:

—Las pirámides se construyeron con datos astronómicos. Recuerden que el primer calendario se hizo aquí.

Vemos a lo lejos las pirámides y el guía acota:

—Las tres pirámides tienen diferentes tamaños. No sabemos exactamente cómo fueron construidas. Hay muchas teorías. También se dice que tienen cámaras ocultas que ahora se investigan con dispositivos muy modernos con muones, unas partículas atómicas pequeñísimas. Es como hacer radiografías...


 

Mientras conversamos vemos que muchos carruajes recorren  el territorio de Guiza, pero aquí no vemos burros como en la ciudad. Aquí hay caballos y camellos.


 

El guía nos dice:

—El camello puede estar hasta tres meses sin beber ni comer, Y cuando se posa en un sitio del inmenso desierto, eso significa que debajo hay agua.

 

Caminamos por suelo de arena y piedras. El sol calienta hasta los huesos y los buhoneros cargan  su mercancía en cavas con hielo. Es inevitable beber agua fría o una gaseosa. Y eso hacemos de tiempo en tiempo.

Al contemplar este paisaje de pirámides imponentes y silenciosas  , un arrobo indefinible penetra nuestro espíritu . El pensamiento vuela al pasado y nos lleva hasta los faraones, las grandes invasiones (que convirtieron a  la población egipcia  una mezcla de razas) y la cultura de este país que ha despertado la curiosidad y admiración en todo el mundo. Entonces, nos decimos para nuestros adentros: Todo empezó aquí con Napoleón y sus hombres de ciencia que investigaron , estudiaron y publicaron sus descubrimientos que originaron una nueva disciplina del conocimiento: La Egiptología. Más adelante, nuestro diálogo interno nos pone en cuenta que estamos pisando el mismo suelo donde se realizó la Batalla de las Pirámides, encuentro bélico cuando Bonaparte derrotó a los mamelucos, gobernadores de Egipto en aquel tiempo. El general  francés arengó a su tropa con aquellas palabras, ahora muy famosas y citadas a menudo:

“¡Soldados! Habéis venido a este país a librar a sus habitantes del barbarismo, a traer la civilización a Oriente y liberar esta hermosa parte del mundo del dominio de Inglaterra. Desde las cimas de esas pirámides, cuarenta siglos de historia os contemplan”.

Entonces , estamos contemplando cuarenta siglos de historia y esos cuarenta siglos de historia también nos contemplan a nosotros.

 

 

 

 

 


[Napoleón arenga a sus hombres antes de la batalla. Pintura al óleo de Richard Caton Woodville]

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