¿MANUEL
SEDEÑO O MANUEL CEDEÑO?
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
A
veces surge una conversación en torno al apellido del prócer de la Guerra de
Independencia, Manuel Sedeño o Cedeño (1870-1821). Las palabras evolucionan,
dicen los filólogos, y eso es precisamente lo que ha pasado con la palabra
“sedeño”.
En
la Gazeta de Caracas nuestro héroe es nombrado “Manuel Sedeño”. Simón Bolívar,
en varias cartas, se dirige al militar patriota en estos términos: “Señor, general Manuel
Sedeño”.
El
general Sedeño combatió en tierras de Guárico, por eso el historiador Jose
Antonio de Armas Chitty lo menciona varias veces como el “general Sedeño”
(Historia del Estado Guárico, 1981).
Por
otro lado, en los estudios de los apellidos (antroponimia) se ha establecido que muchos apellidos se
originaron de acuerdo al cultivo a que se dedicaba la persona. Es así que Piña
o Piñero proviene de gente que se dedicaba a cosechar esa fruta. Bajo ese postulado podemos entender el origen
de los apellidos Uvero, Manzanero, Naranjo, etc. Lo mismo se dice de los
oficios:Los Herrero o Herrera
trabajaban el hierro y los Sedeño trabajaban la seda. La etimología nos dice que Sedeño deriva de
seda, y, por lo tanto, es con “S”.
Es
claro que el apellido primigenio fue Sedeño y que luego se convirtió en Cedeño.
Por
mi parte, yo escribo Manuel Sedeño porque así escribían el apellido del general, sus contemporáneos, incluyendo al
Libertador; posición que, además, refuerzan la antroponimia y la etimología.
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