CIORAN Y LA
HISTORIA
El filósofo rumano-francés (1911-1995) Emil Cioran en
casi todos sus libros aborda la importancia de la Historia, con el argumento de
que es el único medio que tenemos para
explicar las cosas “aunque sea tímidamente”. Y esa explicación se logra
coordinando la relación de unas cosas con las que les precedieron. Fernando Savater
aborda el tema en su “Ensayo sobre Cioran”.
1
Terrible o aterrador, lo cierto es que la Historia
tiene un futuro, mezcla de esperanzas y alarmas.
2
El sentido histórico proporciona magnitud cósmica a
cualquier incidencia privada. Alguna dificultad cotidiana es parte de la
Historia si magnificamos el hecho; y eso nos reconforta. Cada tropezón que
tenemos “lo iluminamos con la luz de la filosofía histórica”. Todos somos un
Hegel de bolsillo.
3
Hay más honradez y rigor en las ciencias ocultas que
en las filosofías que asignan un sentido a la Historia.
4
Nuestra ubicación en el tiempo es el problema
fundamental de la Historia. El tiempo es una enfermedad específica del hombre:
y una enfermedad muy grave.
5
No es cierto que la pereza es la madre de todos los
vicios. La Historia demuestra que es la acción, y no la pereza, la madre de
todas las catástrofes.
6
La Historia recensiona nuestros avatares productivos.
7
Cuando el hombre perdió el Edén, nació la Historia.
(Aquí Cioran coincide con San Agustín).
8
Los dos problemas históricos son el tiempo y las
acciones. Con estas últimas se inició aquel.
9
El acontecimiento histórico se vuelve contra el hombre
de acción.
10
La Historia es mala porque sólo es predecible después
de ocurrida.
11
La Historia demuestra que para alcanzar el equilibrio
sólo hay que someterse.
12
La creencia en la Historia alimenta la superstición
del “progreso”.
13
La Historia Universal es un incontenible horror con pesadillas
de sangre y de dolor. Borges le dio un apellido: Historia Universal de la Infamia.
Por eso la Historia es indefendible.
14
No hay lectura más triste que la de un libro de
Historia. Es una bocanada de esterilidad y caos.
15
Los acontecimientos históricos son una gran lección de
inmoralidad pública.
16
Si pudiera enunciarse una ley histórica válida es
esta: “Recapitulad la historia de las ideas, de los gestos, de las actitudes:
veréis que el futuro fue siempre cómplice de la turba”.
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