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TUTANKAMÓN
[Máscara
funeraria de Tutankamon, hecha de oro con incrustaciones de piedras preciosas y
joyas. Representa el rostro idealizado del faraón de la XVIII dinastía]
La
joya de la corona del Museo Egipcio de El Cairo es el tesoro de Tutankamón.
Luego de revisar las exposiciones de la planta baja, subimos. Hay una fila para
entrar hasta la recámara del faraón-niño, donde lo más resaltante es su máscara,
esa que cubría su rostro. El guía y los vigilantes nos advierten que no se
pueden tomar fotografías. La cola avanza alrededor del tesoro, y los custodios
no cesan de llamar la atención a los visitantes para recordarles las estrictas
normas. Esa rigurosa medida disciplinaria me hizo recordar el mausoleo de Lenin
en Moscú.
La
vida de Tutankamón y el descubrimiento
de su tumba, por parte de Howard Carter, el 4 de noviembre de 1922, son historias
llenas de enigmas y suspensos, como
esos buenos libros o películas de aventuras y misterios. Pero, hay más: la
propia biografía de Carter parece un relato de ficción con un héroe, semejante
al de una tragedia griega con su auge y caída.
[Howard
Carter]
Carter
estaba seguro de que la tumba de Tutankamón estaba en el Valle de los Reyes,
sólo había que buscarla. Su mecenas, lord Carnarvon, no estaba dispuesto a
seguir invirtiendo su dinero en las excavaciones, pero Carter insistía y seguía
hurgando en la tierra. Ante su descubrimiento, Carter escribió en su diario: “Este es el día de los días, el
más maravilloso de mi vida , tanto es así que no viviré otro igual”. Al
examinar con la luz de una vela el recinto funerario, Carter dijo ver “cosas
maravillosas”: Extraños animales, estatuas y oro por todas partes.
El
faraón reposaba en tres sarcófagos al estilo de las matrioskas rusas: uno
dentro de otro. Los dos primeros sarcófagos son de madera cubierta de
oro. Tutankamón aparece representado como Osiris en el primer sarcófago. El
tercer sarcófago es de oro puro y pesa más de 110 kilogramos. Contiene la momia
del faraón con su máscara de oro. Carter
hace la siguiente descripción en su diario: “Una momia muy bien envuelta del
joven rey, con una máscara dorada de expresión triste pero tranquila, que
simbolizaba a Osiris”.
[Carter: “Una momia muy bien envuelta del joven rey, con una máscara dorada de
expresión triste pero tranquila, que simbolizaba a Osiris”]
Carter
trabajó diez años con los objetos del tesoro de Tutankamón. Con su descubrimiento
y sus publicaciones se convirtió en el arqueólogo más famoso del mundo; no
obstante, a su entierro en 1939, en Londres, asistieron sólo nueve personas.
Al
salir de la sala de Tutankamón, el guía nos obsequia una moneda egipcia con el rostro
de Tutankamón.
[Moneda
con la esfinge de Tutankamón]
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