CRONISTA OFICIAL DE LAS MERCEDES DEL LLANO.

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LAS MERCEDES

sábado, 10 de agosto de 2024

24.MUSEO EGIPCIO DE EL CAIRO. 7. EDGARDO Y SU HIJA MARÍA EN EGIPTO.2024.

 

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AKENATÓN


Contemplamos una estatua con rostro masculino y cuerpo femenino. El guía no explica que Akenatón (1372-1336 antes de Cristo), y que su figura ha sido objeto de discusiones y estudios.

Akenatón fue el primero en hablar de un solo Dios, por lo tanto, en medio de la muchedumbre de dioses egipcios, se convierte en un hereje. Atón, el dios sol, es el único que da luz y vidas.


“Cada mañana, Akenatón, acompañado por su familia y sus íntimos, se dirige al templo para rendir culto al sol. Con su cetro, donde se encarna el Poder, consagra las ofrendas, tiende hacia Atón un cartucho que contiene el nombre del dios y ensalza a Maat, la armonía celestial, inseparable de la luz. Es el instante privilegiado en que despunta el alba, cuando Atón disipa las tinieblas”. (Christian Jacq, El Antiguo Egipto, día a día, 1985).


 

Moisés colaboró con Akenatón en la implantación del monoteísmo o culto al sol. Al morir Akenatón la nueva religión cae en desgracia y también sus propulsores. Moisés huye con un pueblo semita (judíos) y le enseña la nueva religión. (Freud, Moisés y la religión monoteísta, 1939).


 

Isaac Asimov, en su libro “Los egipcios” (1976) escribe un interesante y extenso párrafo que no tiene desperdicio por ser muy esclarecedor:

 

“Akenatón abandonó incluso su propio nombre, Amenhotep, pues conmemoraba a Amón (significaba «Amón está complacido») uno de los dioses egipcios que él despreciaba como mera superstición. Su dios era el glorioso sol, que adoraba de un modo distinto al de los egipcios. Lo adoraba no como a un dios, en el sentido habitual de representarlo bajo forma humana o animal, sino que era el mismo disco del sol lo que veneraba, el fulgurante y redondo sol, que imaginaba emitiendo rayos que terminaban en manos; manos que derramaban los favores divinos de la luz, del calor y de la vida sobre la tierra y sus habitantes (lo que, desde un moderno punto de vista científico, no es una idea del todo equivocada). El rey llamó Atón al disco solar, y se nombró a sí mismo Ajenatón (también llamado Ijnatón o Akhenatón), que significa «agradable a Atón». Ajenatón, como se lo conoce en la historia, tenía intención de imponer sus creencias a los egipcios. Fue el primer «fanático» religioso conocido de la Historia, a menos que contemos a Abraham, el cual, según la leyenda judía, destrozó los ídolos de su ciudad natal de Ur por convicciones religiosas, unos seis siglos antes de Ajenatón. Ajenatón construyó templos para Atón y preparó un ritual completo para el nuevo dios. Existe, por otra parte, un hermoso himno al sol, que se encontró esculpido en la tumba de uno de sus cortesanos. La tradición lo atribuye a la imaginación del propio faraón, y es un himno que suena casi como un salmo bíblico. En realidad, el entusiasmo de Ajenatón por Atón era tan grande que no se contentó simplemente con añadirlo a los demás dioses egipcios, o incluso con convertirlo en el dios principal del panteón egipcio, sino que decidió que Atón debía ser el único Dios y que todos los demás dioses debían ser eliminados. Se trata, pues, del primer monoteísmo de la Historia que conocemos, a menos que, de nuevo, aceptemos el monoteísmo de Abraham”.


 

El escritor egipcio Naguib Mahfuz (1911-2006 ) , Premio Nobel de Literatura (1988), inicia su novela “Akenatón"(1985)con estas palabras:

“Para unos, un ser repugnante, deforme, medio hombre, medio mujer, que desatendió las tareas políticas para consagrarse a la difusión de su nueva religión monoteísta, lo que permitió que los enemigos de Egipto derrumbaran el imperio. Para otros, un hombre fascinante que revolucionó no sólo la religión, sino el arte y la sociedad, y al que las tradiciones y el poder de los sacerdotes de los viejos dioses acosaron hasta la muerte”.

ANDROGINIA

[La Mona Lisa ¿Retrato andrógino?]


Ya dijimos que el aspecto corporal de Akenatón ha llamado la atención. Las explicaciones sobre la apariencia  del faraón  van desde las que argumentan causas patológicas hasta las que hablan de una moda artística.


Se dice que la conducta del faraón estuvo marcada por sus enfermedades, por las cuales fue excluido del grupo familiar. Al crecer, en medio de este complejo, hizo su propia tienda: se apartó de la manada.

Síndrome de Froehlich:

El síndrome adiposogenital, también conocido como síndrome de Froehlich, es una enfermedad que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. Se caracteriza por la combinación de obesidad, retraso en el desarrollo sexual y disfunción del sistema hormonal.

 Este síndrome fue descartado porque se acompaña de discapacidad mental y esterilidad; y Akenatón no era el último en inteligencia y engendró hijos (Tutankamón, Anjesepaatón, Neferneferuatón, Setepenra, Neferneferura, Meritatón, Meketatón, Anjesenpaatón-Tasherit, Meritatón-Tasherit  )

 

 

Síndrome de Marfán:

En síndrome de Marfán las extremidades superiores a inferiores están más alargadas, así como también la cara. El pecho está hindido.

En 2010 se analizó el ADN de la momia del faraón y los desordenes genéticos fueron descartados.

Hidrocefalia


La cabeza de Akenatón también ha sido objeto de estudios, porque algunos médicos creen que el faraón pudo haber sufrido de   hidrocefalia, una patología caracterizada por la acumulación de líquido dentro de las cavidades  del cerebro. Esto provoca presión intracraneal, lo que a su vez conlleva a la deformación de la cabeza.

 

 

 

 


La autora Patricia Caniff lo habla  en su libro "Akenatón"  del desplazamiento del tejido adiposo desde la mitad del cuerpo hacia los muslos. Pudiera tratarse de lipodistrofia muscular: La grasa se acumula desde el abdomen hacia abajo, y el cuerpo adquiere formas femeninas con caderas anchas.

 

Corriente artística:

Hay escuelas pictóricas con sus representantes que dibujan figuras humanas ampulosas, alargadas u obesas. Así ,“Las representaciones inusuales del periodo amarniano o marniense * eran solo una convención artística, dando a las figuras humanas rasgos del dios Atón, que como dador de vida era imaginado andrógino, con características femeninas y masculinas”.

*El Periodo amarniense (1353 a 1336 a. C.) designa una etapa de la historia de Egipto durante la cual el faraón Akenatón reinó en su nueva capital, Ajetatón. El nombre árabe del sitio es Amarna, de ahí el nombre del periodo amarniense.

 

 

 

 

 

 

 

 


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