CRONISTA OFICIAL DE LAS MERCEDES DEL LLANO.

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LAS MERCEDES

jueves, 21 de junio de 2012

EN LAGUNA DE PIEDRA


EN  EL PRIMER ENCUENTRO DE HISTORIA DE LAGUNA DE PIEDRA

Edgardo Malaspina

  El 9 de junio del año en curso estuve en el Primer Encuentro de Historia de San José de Tiznado y Laguna de Piedra, lugares con pasado histórico importante: surgieron del hato El Totumo, propiedad de la familia de Bolívar; la negra  Matea vivió allí; y el Rincón de los Toros, paraje de ingrato recuerdo, está muy cerca.

El evento, organizado inmejorablemente en todos sus detalles protocolares por Edgar Blanco, Oscar Zerpa, Oldman Botello y el cronista oficial de Ortiz, Fernando Rodriguez, contó con una nutrida  presencia de los habitantes de Laguna de Piedra y los cronistas ponentes  Leonardo Nazoa, Fernando Rodríguez, Felipe Hernández, Ubaldo Ruíz, Eduardo López Sandoval, Manuel Botello, Oldman Botello ,Ramón Ramírez, Zoraida, María Izquiel, y  quien estás líneas escribe.
  Laguna de Piedra surgió como emporio agrícola y pecuario en 1961, producto de la política progresista del Instituto Agrario Nacional, ente que  adquirió las tierras , previó pago justo a su amo, y luego procedió a parcelarla y repartirla a treinta familias. No hubo invasiones traumáticas, y eso explica, de manera palmaria, que hoy en día el poblado cuente con más de cuatro mil habitantes, muchos de  ellos trabadores del campo, cuyas tierras feraces les retribuyen  sus esfuerzos con  abundante  sabrosa  mies y frutos variados.
Un hecho destacado de la historia viva resultó la presencia de Don Andrés Cruces, de noventa  y cuatro años, uno de los fundadores del pueblo.

   En mi ponencia hablé de algunos tópicos históricos de la medicina relacionados con los Tiznados:  En 1796 un médico trata de averiguar si un soldado de Tiznados es un simulante cuando dice estar enfermo para no servir en el ejército. En 1811 un señor reclama ante un tribunal el uso de una alfombra para su esposa (sólo los mantuanos tenían ese privilegio)  y poder  arrodillarse en la iglesia  con el alegato de estar enferma de las rodillas. Durante la guerra de independencia José Domingo Díaz, el médico realista que pidió a Boves fusilar a Vicente Salias, hizo unas investigaciones demográficas que incluía a los Tiznados.
 Por último la gente organizadora  del evento nos halagó  con arepas, pisillo de chiguire mediante; bocadillos y dulces artesanales; manjares que nos hicieron evocar  a Don Andrés Bello por eso de la ambrosía.

domingo, 17 de junio de 2012

LEWIS MORGAN



Lewis Henry Morgan : antropólogo , etnólogo y abogado norteamericano (1818-1881). Estudió las tribus indígenas norteamericanas. Escribió en 1851 Liga de los Iroqueses, el primer estudio etnográfico sobre un pueblo indígena. Extendió sus estudios a otras partes de Norteamérica y también de Asia, donde encontró paralelismos entre la terminología de parentesco de algunas tribus asiáticas y las iroquesas. Esto le llevó a defender la idea de la migración de los antepasados de los indios americanos desde Asia hacia América.

Entre sus estudios se destacan los relacionados con el parentesco. Descubrió que las relaciones de parentesco estructuraban al grupo y servían para establecer lazos y líneas que unían a los individuos en un sistema de obligaciones recíprocas. En 1855 contactó a los indígenas chipewa de Wisconsin, notando similaridades entre su sistema de parentesco y el de los iroqueses. Igualmente constató, al entrevistar un misionero, un sistema igual en la India, con lo que halló que podía formular tipos de parentesco.
Dividió  la familia en cinco tipos según el parentesco: la consanguínea (incesto), la punalúa (del tipo hawaiano o del Rapto de las Sabinas), la sindiásmica (unión de un hombre y de una mujer sin cohabitación exclusiva), la patriarcal (un hombre con diversas esposas, con las que cohabita) y la monogámica.
Morgan explica los dos sistemas de parentesco: Descriptivo: propio de las familias aria, semítica y uraliana. “Describe” en cada categoría una relación exacta, como la de padre, hijo, abuelo, etc. Clasificatorio: propio de las familias hawaiana, turania y malaya; “clasifica” en la misma categoría a ciertos parientes lineales o colaterales. Por ejemplo, al padre y al tío paterno, que son considerados como padres.

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Sobre la propiedad sostenía que tuvo una formación lenta durante los largos periodos de salvajismo pero que poco a poco se desarrolló en el cerebro humano de manera muy notable la pasión por la propiedad.
La organización de la sociedad, según Morgan, se inicia sobre la base del sexo, después sobre el parentesco y finalmente sobre la base del territorio.

Prosiguió su trabajo con un estudio sobre la evolución de las sociedades humanas, plasmado en La Sociedad Primitiva (1877),obra en la cual distingue tres estadios de evolución de la humanidad: salvajismo, barbarie y civilización, en esta obra cita "En muchas sociedades primitivas y avanzadas, las relaciones con los antepasados y los parientes han sido la clave de la estructura social, siendo los pivotes sobre los que giraban la mayoría de las interacciones, los derechos y las obligaciones, las lealtades y los sentimientos…”
Dentro de estos estadios se suceden 7 subestadios: Salvajismo, inferior (relacionado con la recolección), medio (Pesca y lenguaje) y alto (Arco y Flecha). Barbarie, baja (Cerámica), media (domesticación de animales y plantas en Europa y sistema de riego en América) y alto ( relacionado con la tenencia de armas y herramientas metálicas). Civilización, ralacionada con el invento del alfabeto fonético y el uso de la escritura.
A pesar de su concepción claramente evolucionista, Morgan pensaba que en algunos aspectos los pueblos primitivos eran superiores a los civilizados, por sus formas colectivas de propiedad, su hermandad, sentido de comunidad y cooperación y concluía que podría existir en el futuro de la humanidad un nivel más de civilización más alto, al restablecerse la propiedad colectiva de los recursos fundamentales.


Las investigaciones de Morgan tuvieron gran influencia en la teoría marxista, pues fueron tomadas por Engels como eje para su texto El origen de la familia, la propiedad privada y el estado.

sábado, 21 de abril de 2012

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA


SOBRE EL LIBRO “INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA” DE MARC BLOCH

Por: Edgardo Malaspina                               

March Bloch escribe estas últimas frases en su Introducción a la historia (1949): “Para decirlo todo en una palabra, las causas, en la historia más que en cualquier otra disciplina, no se postulan jamás. Se buscan…” Esta obra inconclusa del fundador de la Escuela de los Annales, salió a la luz pública gracias a su amigo y cofundador de la nueva corriente histórica, Lucien Fevbre  (   Bloch le dedicó su trabajo ) ,  quien cotejó tres ejemplares de la misma para sacar en limpio una versión final. Al morir fusilado en 1944 por defender su patria de los invasores alemanes, Bloch no pudo finalizar su libro( no tuvo tiempo de anexarle una referencia bibliográfica) como lo planificó.
El libro contiene una introducción del autor ,  cinco capítulos y un apéndice escrito por Fevbre para relatar la manera como llegaron los manuscritos  sus manos y la preparación que hizo de los mismos para su publicación.

En las palabras preliminares el autor destaca el lenguaje sencillo empleado “porque no alcanzo imaginar mayor halago para un escritor  que saber hablar por igual a los doctos y a los escolares”. En estos mismos prolegómenos se refiere al interés por la historia desde su infancia, los libros que leyó y que fortalecieron su vocación profesional, que además era una gran diversión. Aconseja utilizar un lenguaje científico en el discurso histórico pero sin despojarlo de la poesía, como pretendían los positivistas: “Así, para lo sucesivo, estamos mucho mejor dispuestos a admitir que un conocimiento puede pretender el nombre de científico aunque no se confiese capaz de realizar demostraciones  euclidianas…”. Desde un principio de su obra MB explica su tesis innovadora de recurrir a otras ciencias en la investigación histórica porque “considerad aisladamente, cada ciencia no representa nunca más que un fragmento del movimiento universal hacia el conocimiento”.

En el primer capítulo relaciona la historia, los hombres y el tiempo. Establece un nexo dinámico y dialéctico entre el presente y el pasado, de tal manera que uno de estos tiempos sirva para analizar y entender al otro. La historia no es sólo la ciencia del pasado, es más bien la ciencia  sobre los hombres. De todos los hombres y no sólo de los héroes y reyes.  Es el estudio de los muertos y de los vivos. Hay que indagar los orígenes de los acontecimientos y no detenerse en las personalidades de los mismos.” En una palabra, la cuestión no es saber si Jesús fue crucificado y luego resucitó. Lo que se trata  de comprender es por qué tantos hombres  creen en la crucifixión y en la resurrección”. El fenómeno histórico  debe ser explicado desde la perspectiva de su tiempo. Cita a un proverbio árabe, según el cual los hombres se parecen más a su tiempo que a su padres.

El segundo capítulo trata de  la observación y los testimonios y la transmisión de los mismos .Así como también la forma de establecer su confiabilidad. La historia siempre nos llega a través de documentos, es decir de una manera indirecta; y eso distorsiona la realidad. No se  puede comprobar con solo esos elementos la veracidad de los hechos. Relata una anécdota: un aviso se transmiten  en una fila desde el primer soldado: “¡Atención! Hoyos de obuses a la izquierda. El último hombre sólo escuchó a la izquierda. Dio un paso hacia la izquierda y se hundió”.
El pasado no se puede cambiar, pero los  descubrimientos arqueológicos y el uso de la lógica, instinto, la psicología y otras ciencias  sirven para que surjan nuevas interpretaciones del mismo. Un plan con buenas preguntas son de mucha ayuda aunque luego se cambie el rumbo en la medida que aparecen  los datos.

El tercer capítulo es el de la crítica ( interna y externa) como método de búsqueda de los errores en la historia. La critica nace en el  momento que no aceptamos ciegamente los testimonios históricos. Debemos  no creer a la ligera y tener una duda examinadora. Las notas al margen de la página sirven para la crítica ; sin embargo, debemos evitar que las mismas sean más extensa que el cuerpo mismo del relato. Indicar la procedencia del documento que trabajamos es importante (el estilo del lenguaje establece si es de un mismo autor, por ejemplo). En muchos archivos hay documentos falsos y  plagios , y el historiador está obligado a indagar sus veracidad. Hay que evitar pasar por alto hechos vitales pero que no están en la mira de nuestras investigaciones: vemos sólo lo que buscamos y las emociones pueden distorsionar los hechos.
Las prácticas colectivas son similares para todos los hombres que la vivieron, las excepciones son sospechosas. La estadística  y la ley de las probabilidades corroboran nuestras suposiciones porque sus resultados son similares en diferentes autores.

El cuarta capítulo habla de la facilidad que tenemos para juzgar  en vez de sopesar todas las aristas de un caso de manera profunda y así comprender mejor el caso estudiado. Aquí también se habla del valor y significado de las palabras según la época  y lugar en que tuvieron en boga. En el análisis histórico es preferible tratar  de comprender que juzgar a la ligera. Se deben buscar las razones profundas de los acontecimientos sin parcializarse y juzgar. La única pasión del historiador es estar por encima  de todas las pasiones , aunque la  imaginación y la abstracción son buenas aliadas. No emplearlas es un positivismo mal entendido.
Sobre las palabras: las mismas valen más por su uso que por su etimología. Hablamos de átomos (indivisibles) aunque ya se conocen muchas partículas del mismo.
El último capìtulo (inconcluso) es una crítica al positivismo que en vano pretende eliminar de la ciencia la idea de la causa, porque todo investigador piensa en términos de preguntas y respuestas. Explicar la caída de un hombre por un tropezón es insuficiente, pues habría que pensar también en la ley de la gravedad, los desniveles geológicos, etc. En conclusión no existe una causa única.”Para decirlo todo en una palabra, las causas, en la historia más que en cualquier otra disciplina, no se postulan jamás. Se buscan…