NO ES CUENTO, ES HISTORIA

 

NO ES CUENTO, ES HISTORIA

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

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Este libro de Inés Quintero constituye una recopilación de hechos curiosos que parecen cuentos;  sin embargo, han tenido gran importancia y hasta han marcado hito en nuestra Historia sin que nos percatemos.

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Me referiré solamente a un personaje, abordado por Inés Quintero en varios de sus relatos: el marqués Francisco Rodríguez del Toro, tío de la esposa de Bolívar.

Después del 19 de abril de 1810, el primer combate contra los realistas lo dirigió en marqués del Toro, a quien se le otorgó el primer nombramiento militar, convirtiéndose en el primer general de la naciente República y primer jefe de su ejército.  El último venezolano con un título nobiliario y primer general republicano fue derrotado por los corianos realistas. Más tarde, en 1812, fue designado para organizar una tropa en los llanos. Lo pensó bien, recogió a su familia y se fugó hasta Trinidad para ser el primer traidor de la causa patriótica. En 1814 le suplicó perdón al Rey de España, quien se lo concedió en 1819. Después del triunfo de los patriotas regresó a Venezuela para reclamar reconocimientos por sus sacrificios como prócer de la República.

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En 1850 el marqués tenía 89 años y reclamó una pensión y la recibió porque había perdido su salud luchando por la patria. En 1851 murió el marqués del Toro y se le rindieron los más altos honores como el último sobreviviente de los que firmaron la declaración de la Independencia. Ya nadie se acordaba de sus saltos de talanquera. Fue enterrado en la Iglesia de la Santísima Trinidad, convertida en 1874 por Guzmán Blanco en el Panteón Nacional. Es decir, el marqués del Toro fue el primer “grande hombre” en recibir el honor de descansar en el más alto altar de la patria.